LA DAMA DE HIERRO
María Magdalena Márquez nació el 13 de julio de 1969, en Chihuahua México.
A muy corta edad aprendió que los valores familiares, el trabajo duro y la dedicación son los valores más importantes para ser feliz.
Magdalena creció en un hogar humilde, a su corta edad entendió qué, si quería una vida mejor, lo tendría que hacer por ella misma.
Desde pequeña siempre le ha gustado que le llamen Magda de cariño, actualmente la mayoría de las personas la conocen con ese bello pseudónimo.
Ella es la hija primogénita y la única de los cuatro hijos que terminó una carrera universitaria. Su padre sólo cursó hasta tercer grado de primaria y su madre terminó solamente primer grado. El padre de Magdalena trabajaba como conserje de la escuela de medicina.
Debido a la situación económica de la familia Magdalena no tenía dinero para comprarse algo de comer en el recreo mientras iba a la escuela. Aunque ella siempre se las ingeniaba para poder tener dinero. Una de las cosas que hacía, era hacerles el trabajo a sus compañeros de clase y ellos le pagaban una módica cantidad, lo suficiente como para comprarse alga de comer en el receso en la escuela. También hacía bolsitas de estambre y ropa para muñecas y se las vendía a sus compañeras de clase.
A la edad de 12 años empezó a trabajar limpiando casas por la mañana y en la tarde asistía a la escuela secundaria. Magdalena sabía que si obtenía buenas calificaciones ganaba una beca cada mes, así que su padre siempre la motivaba a que fuera la mejor de la clase.
Cuando tenía 14 años de edad, conoció a un chico que le encantó y al poco tiempo se hicieron novios. A los dos años de relación ella se embarazó y tuvo que casarse cuando apenas tenía 16 años, justamente al terminar la secundaria. Magdalena se arrepentía de no haber continuado sus estudios y a los cinco años de matrimonio decidió que el estar casada no era un impedimento para seguir estudiando, aunque claro, sería más difícil con la responsabilidad de dos hijos y un esposo, además de trabajar tiempo completo en una maquiladora.
Al empezar a retomar los libros, ella sintió una urgencia de seguir con sus estudios y así fue como decidió tomar clases de inglés, que eran gratis en su trabajo una hora antes de sus labores en la empresa. Los sábados por la mañana tomaba clases de computación por dos horas y sacrificaba su sueño para estudiar la preparatoria abierta.
En 1996 decidió jugarse todo por el todo inscribiéndose en la Universidad, aunque sabía que esto le causaría más problemas en su matrimonio y agravando más la violencia doméstica que ya venía sufriendo desde años atrás. Con mucho sacrificio, carencias, golpes y maltratos Magda logró titularse con honores como Licenciada en Lengua Inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Al terminar la Carrera universitaria se le presentó la oportunidad de viajar para trabajar en Estados Unidos, como maestra de las escuelas públicas en Chicago, con un contrato de 3 años.
Antes de terminarse el contrato, le ofrecieron quedarse en el país, sólo si tomaba los cursos necesarios para que sus estudios fueran revalidados al Sistema Educativo americano. Ella aceptó la oferta, y claro, esto tuvo un costo como extranjera en las universidades, así que se dio a la tarea de investigar y obtuvo una beca que cubría todos los gastos, logrando así una Maestría en Educación Bilingüe en Chicago State University, y más adelante otras dos en American College of Education, una en Currículum and Instruction y la otra en Educational Leadership.
Es autora de dos obras «La Dama de Hierro: La victoria de una mujer sobre la Violencia Doméstica» y «Cómo lo Logré: Los secretos para obtener un título profesional de manera inteligente», que han ayudado e inspirado a muchas personas.
Parte de la filosofía de vida de esta gran escritora, «es que todas las personas tienen el potencial para lograr sus metas sólo si se lo proponen».
Además, predica con el ejemplo, entre sus máximas más comunes destacan: «Lo que no te mata te hace más fuerte y sabio» y «La educación más la acción te llevarán al éxito».
Aunque el camino para ella no ha sido fácil, siempre ha mirado la vida con optimismo y responsabilidad, lo que le ha permitido lograr sus metas y sueños.
Para saber más acerca de María Magdalena Márquez, sus obras y presentaciones, sígala en todas les redes sociales, en su pagina web www.magdamarquez.com.
Este recorrido ayuda a tomar conciencia, pues venimos de una cultura altamente violenta, heredada, en donde a través de los tiempos la violencia ha sido validada como una forma de resolución de conflictos, a partir de un abuso de poder, cualquiera que éste sea; el cual pasa por todos nosotros en algún momento en la vida y eso ha hecho que en variadas ocasiones lo veamos con cierta normalidad. Es importante reconocer que estamos sumidos en comportamientos violentos y que es necesario hacer un alto e identificar si estamos viviendo en miedo, sufrimiento o escasez.
La autora nos guía amorosamente por dónde es, por dentro hacia fuera. Un cambio de percepción a partir de una cantidad de reflexiones, nos introduce en su historia, nos lleva a conocerla, evaluarla, enfrentarse a las perdidas, deshacerse de lo negativo y continuar viviendo con una carga más ligera. Entendimiento. Nada justifica la violencia.
Es por toda esta reflexión que hago una emotiva invitación a leer su obra de una manera diferente de cualquier libro, es una obra autodidacta, su escritura se centra en los recuerdos, y especialmente en las riquezas de los aprendizajes de cada una de las vivencias experimentadas, generando sobresaltos emocionales, pero especialmente grandes saltos de conciencia. Haciendo que este libro se torne un grito de esperanza en donde se hace visible lo evidente.